Uno de los temas que más me apasiona es la relación entre los hermanos. Quizás porque con mi hermano -que se murió hace 11 años-, la relación siempre fue ambivalente y creo que los padres fomentaron una cierta envidia y rivalidad entre nosotros; porque tengo tres hijos; porque las peleas entre hermanos me transmitís que son vuestro pan de cada día de los conflictos cotidianos… Sea como fuere, ¡el tema me apasiona!
Y resulta que trabajando con el acoso y el proyecto de convivencia escolar he descubierto las prácticas restaurativas, la nueva propuesta en la gestión y resolución de conflictos pacífica. ¡Una auténtica mina para gestionar peleas entre hermanos!
- Las prácticas descartan la disciplina punitiva (quién la hace la paga, ojo por ojo) y hablan de la disciplina restaurativa donde, prevalece la reintegración efectiva y afectiva de quien ha cometido el error. Los principios restaurativos encajan a la perfección con las necesidades de convivencia familiar: fomentar el sentido de comunidad y gestionar el conflicto y las tensiones reparando el daño y forjando relaciones. Los castigos todavía pierden más fuerza puesto que, está comprobado que los seres humanos son más felices, más cooperativos y tienen mayor capacidad de hacer cambios cuando quienes ejercen la autoridad hacen las cosas CON ellos en vez de hacerlas POR ellos o en CONTRA de ellos (Watchel).
- Los 5 principios restaurativos son: 1.Todas las partes tienen una percepción del conflicto que tiene que ser valorada y escuchada. 2 Lo que pensamos afecta a lo que sentimos y lo que sentimos influye en lo que hacemos. 3. La empatía y reconocimiento de las emociones desagradables suscitadas por el conflicto hay que reconocerlas. 4. Identificar las necesidades de cada parte es anterior que identificar las estrategias para satisfacer las necesidades de cada parte.5. La responsabilidad es colectiva ante los actos y de sus consecuencias.
De entrada os quiero dar un filón para la próxima vez que hayáis de poner paz entre vuestros hijos o primos o amiguitos compañeros de juego. Nosotros somos los FACILITADORS de las preguntas restaurativas.
¿Ha habido una pelea? Señalo en negrita las preguntas para los menores de seis años.
1. Paramos y nos sentamos en círculo.
2. Preguntamos primero a uno de los afectados.
• ¿Qué ha pasado?
• ¿Cómo te sientes por lo que ha pasado?
• ¿Qué pensabas en aquel momento?
• ¿Qué has pensado desde entonces hasta ahora?
• ¿Quiénes son los afectados por lo que has hecho? ¿Cómo les ha afectado?
• ¿Qué ha sido lo más difícil para ti?
• ¿Qué necesitas para mejorar la situación?
• ¿Qué puedes hacer para mejorar la situación? ¿Qué podemos hacer para sentirnos mejor?
3. Preguntamos al segundo afectado las mismas preguntas.
4. Volvemos a preguntar a cada quien por turnos:
• ¿Cómo te sientes después de escuchar tu hermano?
• ¿Hay algo que quieras añadir? ¿Hay algo más que quieras decir?
5. ¡Acabamos enunciando los acuerdos o las conclusiones de nuestro círculo restaurativo!
¡ÁNIMOS! I recordad, ¡sólo necesitáis tiempo!
Font: Jean Schmitz