A veces tengo la sensación que la humanidad estamos en una rotonda dando vueltas y vueltas. Con matices (para algunos no hacen falta teólogos para hablar de divinat, trascendencia o espiritualidad…). Pero esto es una síntesis increíble de una brújula para vivir. La resta nimiedades. Añadiría que no siempre puedo solucionar ni hacerme cargo del sufrimiento de los otros. Pero lo puedo acompañar.

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